"Esto del aborto es un flagelo que mata muchos niños y mamás, mata más que el COVID. Es algo tenaz", afirmó Liz Martínez, una madre colombiana de 33 años que hace casi dos años estuvo a punto de abortar a su pequeña Lucrecia.
Liz es una de las muchas madres que reciben ayuda de la Fundación Coalición por la Vida Mamás 40, vinculada a la iniciativa de oración 40 Días por la Vida, que ayuda a embarazadas en situaciones vulnerables.
"Le doy gracias a Dios por la fundación. Han salvado muchas vidas. Sin ellas yo habría abortado y no me lo habría perdonado. Ellas son nuestros ángeles", cuenta esta madre a ACI Prensa.
"Doy gracias a Dios porque si no fuera por estas personas habría matado a mi hija que es lo mejor que me ha pasado. Es una morena de ojos verdes, hermosa, un terremotico, pero es mi hija. Le doy gracias a Dios, Él sabe cómo hace sus cosas", expresó.
Lucrecia Yepes Martínez nació el 6 de junio de 2019. Es la cuarta hija de Liz, cuyo primer embarazo fue a los 16 años. Cuando eso pasó, recuerda, "siempre rechacé la idea del aborto y nunca lo consideré, y siempre que me preguntaban decía que no lo haría".
"Tuve a mi primer hijo a los 17. Con mi esposo tuve otros dos hijos y duré con él 14 años. Llegó la infidelidad de su parte y me divorcié. Trate de perdonarlo y no pude", relató.