Un sacerdote llegó al lugar del accidente del Metro de Ciudad de México la noche del 3 de mayo e impartió la absolución general a las víctimas.
El P. Juan Ortiz, párroco de la Inmaculada Concepción en el pueblo de Zapotitlán, cerca a Tláhuac, relató que logró llegar al lugar del accidente del convoy de la Línea 12 del Metro de Ciudad de México: "Me acerqué lo más que pude, a una distancia prudente, oré por los difuntos, por los heridos, y di la absolución general".
La Iglesia Católica permite que los sacerdotes otorguen la absolución general a los fieles a quienes "amenace un peligro de muerte, y el sacerdote o los sacerdotes no tengan tiempo para oír la confesión de cada penitente".
Entrevistado por el semanario Desde la Fe, de la Arquidiócesis Primada de México, el P. Ortiz recordó que "estaba pagando" en un supermercado cercano "cuando se fue la luz dos veces. Terminé de pagar y, cuando salí, la calle ya estaba cerrada y con la presencia de patrullas".
"No habían pasado ni cinco minutos cuando me encontré con la escena", señaló, y dijo que "me tocó ver cómo sacaban a los muertos en camillas".
Este 3 de mayo, alrededor de las 10:20 p.m. (hora del centro de México), un puente que soportaba la vía de la Línea 12 del Metro de Ciudad de México colapsó y causó la caída de dos de los vagones.