VATICANO,
Al dirigir el rezo del Regina Coeli este quinto Domingo de Pascua ante los numerosos fieles reunidos en la plaza de San Pedro, el Papa Francisco destacó la importancia de que los cristianos permanezcan cerca de Jesús porque "con Él lo podemos todo".
Al reflexionar en el pasaje del Evangelio de San Juan que describe las palabras del Señor que se presenta "como la vid verdadera y habla de nosotros como los sarmientos que no pueden vivir sin permanecer unidos a Él", el Santo Padre destacó que en el relato se repite el verbo "permanecer' en siete ocasiones y recordó que "no hay vid sin sarmientos, y viceversa. Los sarmientos no son autosuficientes, sino que dependen totalmente de la vid, que es la fuente de su existencia".
"En primer lugar, lo necesitamos a Él. El Señor quiere decirnos que antes de la observancia de sus mandamientos, antes de las bienaventuranzas, antes de las obras de misericordia, es necesario estar unidos a Él, permanecer en Él. No podemos ser buenos cristianos si no permanecemos en Jesús. Y, en cambio, con Él lo podemos todo", advirtió.
Ante esto, el Papa describió que ese "permanecer no es una permanencia pasiva, un 'adormecerse' en el Señor, dejándose mecer por la vida" sino que "el permanecer que Jesús nos propone es una permanencia activa y… recíproca para dar fruto".
En esta línea, el Santo Padre indicó que Jesús "necesita de nosotros" para que demos testimonio de vida cristiana, anunciando "la buena noticia del Reino con palabras y obras", porque "el fruto que hay que dar es el amor".
"El fruto que, como sarmientos, debemos dar es el testimonio de nuestra vida cristiana. Después de que Jesús subió al Padre, es tarea de los discípulos, es tarea nuestra, seguir anunciando al mundo la buena nueva del Reino con palabras y con obras. Y lo hacen dando testimonio de su amor: el fruto que hay que dar es el amor", explicó el Papa.