Este 1 de mayo, día internacional del trabajo y fiesta de San José Obrero, los obispos de Uruguay, Argentina, Bolivia y Chile expresaron su cercanía con los trabajadores, en especial con los que perdieron sus empleos a causa de la pandemia del coronavirus.
A través de una carta, los Obispos de Uruguay alentaron a "redoblar esfuerzos y solidaridades, a fin de celebrar más temprano que tarde el banquete abundante en todos los hogares de esta bendita tierra".
"Nuestro país se ha forjado por el trabajo y el esfuerzo de su gente, atravesando otras tormentas. Confiamos en que en esta hora que nos ha tocado de tanto sufrimiento y temor, también saldremos adelante por el trabajo y el esfuerzo de todos".
Junto con expresar su solidaridad hacia "quienes, por la pandemia, han perdido su fuente laboral o la conservan en una situación precaria", invitaron a "todas las personas de buena voluntad a que, a través de un diálogo sincero, busquemos juntos las mejores soluciones para todos los habitantes de este país".
A su turno, el Obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Mons. Oscar Vicente Ojea, manifestó en un videomensaje que "la creatividad es una de las grandes características de nuestro pueblo argentino".
"El trabajo es el gran organizador de la vida; para todos los que todavía no lo hacen y que se preparan para trabajar que vayamos aprendiendo que es imposible vivir sin este ordenador maravilloso de nuestra vida humana. Para eso hace falta la creación de fuente de trabajo".