A 39 años del fallecimiento del Obispo chileno, Mons. Enrique Alvear Urrutia, se realizó una Misa el 29 de abril para destacar su entrega y opción preferencial por los más pobres.
Desde la parroquia San Luis Beltrán en la Arquidiócesis de Santiago, lugar donde descansan los restos del obispo se realizó una Misa presidida por el P. Manuel Carmona, vicario de la zona Oeste; por el P. Manuel Paz Cáceres, párroco de San Luis Beltrán y por el P. Fernando Tapia, asesor eclesiástico de la Fundación Enrique Alvear.
Durante la Misa transmitida por redes sociales, el P. Carmona expresó que Mons. Alvear fue "un hombre que vivió permanentemente en el misterio de Dios, como un hombre muy contemplativo y también en el misterio de la Iglesia, como su esposa, a la cual sirvió de manera admirable".
"Don Enrique puso el acento en aquellos que están llamados a formar parte de esta misma Iglesia", "descubre la tremenda dignidad de los pobres que está ahí y se pone como Jesús al servicio".
"Él nos muestra el estilo de Cristo y replicó ese servicio "especialmente de aquel que más necesitaba" para "levantarlo y hacerlo sentar entre los príncipes de Su pueblo".
"La Iglesia es el lugar donde todos somos hermanos, somos miembros, ninguno más grande que los otros aunque desempeños distintos roles. Todos somos hermanos y unos a otros debemos lavarnos los pies, es decir ponernos al servicio".