VATICANO,
El Papa Francisco recordó a los seis monjes mártires cistercienses asesinados en 1799 por tropas francesas de Napoleón en la Abadía italiana de Casamari y beatificados ayer sábado 17 de abril por el Cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos.
"Ayer, en la Abadía de Casamari, han sido proclamados Beatos Simeone Cardon y cinco compañeros mártires, monjes cistercienses de aquella Abadía", señaló el Santo Padre al finalizar el rezo del Regina Coeli este domingo 18 de abril desde el Palacio Apostólico del Vaticano.
"En 1799, cuando los soldados franceses en retirada de Nápoles saquearon iglesias y monasterios, estos mansos discípulos de Cristo resistieron con valentía heroica, hasta la muerte, para defender la Eucaristía de la profanación. Su ejemplo nos empuja a un mayor compromiso de fidelidad a Dios, capaz también de transformar la sociedad y de hacerla más justa y fraterna. ¡Un aplauso para los nuevos Beatos!", pidió el Pontífice.
Tras fracasar en su intento de derrocar a la Casa Borbón del Reino de Nápoles y crear una república satélite de Francia, tropas francesas de Napoleón, en su huida desordenada, asaltaron la noche del 13 de mayo de 1799 el monasterio cisterciense de Casamari, centro de Italia.
Los soldados revolucionarios franceses ya habían saqueado numerosas iglesias, monasterios y poblaciones, destruyendo, robando y asesinando.
En Casamari los revolucionarios franceses asesinaron a cinco religiosos, y a un sexto tres días después: el P. Simeon Cardon, el P. Domenico Zawrel, Fr. Maturino Pitri, Fr. Albertino Maisonade, Fr. Modesto Burgen y Fr. Zosimo Brambat.