El investigador español Juan Carlos Izpisua, junto con su equipo científico, han creado en un laboratorio de China 132 embriones con una mezcla de células de mono y humano, también conocidos con el nombre de "quimeras" y tres de ellos vivieron 19 días fuera del útero. Algo que desde el Observatorio de Bioérica de la Universidad Católica de Valencia aseguran que genera grandes dificultades porque es difícil determinar el grado de humanización del embrión.
Los resultados de la investigación se publicó en la revista especializada Cell y en ella se precisa que se utilizaron óvulos de mono, fecundados con espermatozoides de la misma especie. De ahí resultaron 132 embriones que fueron "cultivados" seis días en el laboratorio, cuando se les añadieron 25 células humanas reprogramadas para convertirse en cualquier tipo de célula, como piel o músculo. Tres de los 132 embriones de "quimeras" llegaron a crecer durante 19 días fuera del útero, momento en el que se interrumpió el estudio.
Justo Aznar y Julio Tudela, del Observatorio de Bioética del Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad Católica de Valencia (UCV), reconocen que "estas experiencias suscitan problemas éticos es indudable, pues los mismos autores, afirman que han consultado con instituciones y expertos en bioética a nivel internacional, quienes al parecer han dado el visto bueno a su trabajo".