La Conferencia de Obispos Católicos de Kenia (KCCB) indicó que la intención del gobierno de cerrar los campos de refugiados de Dadaab y Kakuma, en el norte del país, es "desafortunada" y "lamentable".
En una declaración conjunta, los obispos pidieron al gobierno que "deje de lado la funesta idea" y, en cambio, se concentre en mantener a los refugiados a salvo.
"Es muy desafortunado y lamentable que la intención de las autoridades de Kenia de cerrar en un plazo breve los campamentos de refugiados de Dadaab y Kakuma se produzca en un momento en que estas personas necesitan ayuda", indicaron.
Además, señalaron que actualmente se necesita brindar protección y "acoger a los más vulnerables de nuestra sociedad", y resaltaron que "como nación temerosa de Dios, debemos obedecer el mandamiento" de amar a nuestro prójimo.
"Como kenianos deberíamos considerar como un privilegio mostrar ese amor al acoger a los refugiados y solicitantes de asilo en todo el mundo", remarcaron.
Los prelados subrayaron que "no solo es necesario, sino también importante y humano apoyar a los más vulnerables en nuestra sociedad, dándoles otra oportunidad de tener un lugar al que puedan llamar hogar".