VATICANO,
Al recibir las cartas credenciales del nuevo Embajador de Argentina ante la Santa Sede, Carlos Luis Custer, el Papa Juan Pablo II alentó al país a seguir viviendo con coherencia según sus raíces cristianas y proteger el derecho a la vida.
El Pontífice recordó que “este año se conmemora una de las manifestaciones más significativas del espíritu cristiano de los argentinos, como fue la inauguración del monumento a Cristo Redentor entre las cumbres andinas que colindan con Chile”.
El Santo Padre señaló que “la solemnidad con la cual hoy se celebra el centenario es un grato motivo de esperanza, pues hace revivir aquella gozosa fe y proyecta hacia el futuro el compromiso de seguir favoreciendo los valores inspirados en el Evangelio y que contribuyen decididamente a construir una sociedad más pacífica, solidaria y reconciliada, en la cual se intente siempre mejorar las condiciones de vida de todos los ciudadanos sin excepción”.
Juan Pablo II recordó que “la Iglesia aporta lo que es propio de su misión, contribuyendo así también al bienestar de las naciones. Alienta el amor al prójimo, que a su vez es fuente segura de auténtico desarrollo, promueve actitudes fraternas, que son fundamento sólido de toda convivencia pacífica, o inculca en las conciencias el riguroso respeto de la dignidad innata de la persona y de los derechos humanos, base de un orden social verdaderamente justo”.
El valor de las instituciones eclesiales
Cuando respetables instituciones eclesiales están siendo denigradas en la provincia de San Luis, generando un malestar nacional, el Papa recordó que “no se puede olvidar la ingente labor de tantas personas e instituciones católicas que han servido y sirven a la sociedad argentina en los más diversos campos, como la cultura y la educación, la promoción y cuidado de los más necesitados o, incluso, del trabajo y las diversas formas de participación al bien común de la Nación”.