"Quien cree en la Eucaristía no se siente nunca solo en la vida", porque sabe que Cristo lo ama y que frente al tabernáculo recibe la fuerza y la paz en el corazón, afirmó el Cardenal Giovanni Battista Re durante la Misa de la Cena del Señor que celebró este Jueves Santo en el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro.
Este Jueves Santo la Misa de la Cena del Señor no fue celebrada por el Papa Francisco, sino por el decano del Colegio Cardenalicio, Cardenal Giovanni Battista Re. Este año no se realizó el lavado de pies debido a las medidas para contener el coronavirus.
La Misa de la Cena del Señor, con la que inicia el Triduo Pascual, fue concelebrada con otros cardenales y obispos, superiores de la Secretaría de Estado y canónicos de la basílica vaticana. Asimismo, en la Eucaristía se permitió la participación de un reducido número de fieles siguiendo las normas para evitar los contagios de COVID-19.
El Purpurado italiano centró su homilía en la Eucaristía y el orden sacerdotal, sacramentos instituidos por Jesucristo en la última cena, horas antes de ser entregado y crucificado a las afueras de Jerusalén.
"La Iglesia siempre ha considerado el sacramento de la Eucaristía como el don más precioso del cual ha sido enriquecida. El don mediante el cual Cristo camina con nosotros como luz, como fuerza, como alimento, como ayuda en todos los días de nuestra historia", afirmó.
En ese sentido, recordó que "la Eucaristía es el centro y el corazón de la vida de la Iglesia" y debe ser "el centro y el corazón también de la vida de cada cristiano".