El pintor malagueño Raúl Berzosa, por su parte, explicó a ACI Prensa cómo surgió su vocación artística con una fuerte espiritualidad cristiana.
"De niño a veces dibujaba, pero fue a los 12 años cuando comencé a dibujar algo que era clásico en esa época: los cómics. Al ver mi padre mi pasión por el dibujo me inscribió al taller de un pintor local; allí fue mi primer acercamiento a la pintura", explicó rememorando sus comienzos.
"En el año 2000 realicé mi primera pintura de cara al público, pintando el cartel de la salida procesional de una cofradía. Por eso mis inicios fueron en el contexto del arte sacro y, más aún, en el cofrade. En todo este tiempo he visto cómo se ha ido dando una maduración tanto artística como personal, al tiempo que me he ido acercando más a Cristo. Podemos decir que he crecido en edad, en sabiduría, pero también en gracia".
Berzosa desveló también cómo es su método de trabajo. Explicó que "la realización de una obra sacra requiere varias partes, la primero es informarme acerca de lo que tengo que representar, ya sea una escena del Evangelio, la representación de un santo o de una escena alegórica, etcétera".
"Ahora mismo", anunció, "estoy realizando una serie de santos pertenecientes a la Compañía de Jesús, muchos de los cuales desconocía; por eso, me acerco a su biografía, busco obras donde han sido representados para ver su iconografía… La verdad que me siento muy enriquecido por el testimonio de vida y de entrega de muchos de ellos que eran misioneros".
Tras dar ese primer paso, "que requiere en ocasiones bastante tiempo, tomo los lápices para realizar bosquejos. Una vez realizado el boceto final se lo muestro a quien me ha encargado la obra para se haga una idea del resultado final".
En cuanto el boceto resulta aprobado, "es momento de tomar los pinceles para pasar al óleo: traslado el boceto o idea al lienzo que, dependiendo de la dificultad de la obra, se puede alargar más o menos semanas. Suelo hacer una ligera mancha del lienzo, es decir, doy unas primeras capas muy aguadas. Dentro de la composición me gusta empezar por lo central, por ejemplo, si es un retrato me voy directamente al rostro. Al final, le doy los últimos retoques para pasar, posteriormente, al barnizado".
Sobre sus influencias pictóricas, indica que "somos herederos de una tradición pictórica muy arraigada aquí en Andalucía. Los grandes maestros del siglo de Oro siempre influyen. Podría decir que muchos son los pintores de los que aprendo para ver, por ejemplo, cómo solucionan sus obras, cómo se enfrentan a problemáticas pictóricas en el lienzo".
"Dichos pintores son tanto actuales como de otros siglos. Por ejemplo, podría citar a Fortuny, Rubens, Sorolla, Murillo, Tiépolo…, aunque también me llama la atención la calidad técnica de muchos pintores decimonónicos y algunos actuales".
En concreto, sobre el libro "Semana Santa en los pinceles de Berzosa", señaló que "al preparar y llevar a cabo mis pinturas, busco transmitir mi fe católica. Aquello que vivo y celebro intento comunicarlo para crear una interacción con el espectador de la obra: que admire la belleza y, rezando, se encuentre con Dios que es la belleza absoluta. Por eso, no busco que la obra sea bella, sino que, como dijo el papa Benedicto XVI, esa belleza sea un camino para encontrar a Dios".
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