Los Obispos de Estados Unidos denunciaron el "odio y violencia por motivos de raza, etnia o sexo"; rezaron por las familias de las ocho personas que fallecieron víctimas de tiroteos en Atlanta la semana pasada, incluidas seis mujeres de origen asiático; y se solidarizaron con todas las comunidades vulnerables a este tipo de ataques.
El 22 de marzo, el Obispo de Salt Lake City, Mons. Oscar Solís, que preside el Subcomité de Asuntos de Asia y las Islas del Pacífico de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB) y es el primer obispo nacido en Filipinas en los Estados Unidos, expresó su tristeza y preocupación por los recientes ataques contra la comunidad asiática en el país.
"Me entristece profundamente oír hablar de otro tiroteo masivo que trágicamente se ha cobrado la vida de ocho personas y ha renovado las preocupaciones sobre un aumento de la hostilidad contra las personas de ascendencia asiática", dijo.
El Prelado dijo que "como obispos, denunciamos cualquier tipo de odio y violencia, especialmente por motivos de raza, etnia o sexo. Oramos por las familias y amigos de las personas que perdimos y por sus comunidades, que pueden sentirse inseguras y vulnerables en este momento".
El 16 de marzo, un hombre armado mató a ocho personas, incluidas seis mujeres asiáticas, e hirió a una persona durante una serie de tiroteos en tres salones de masajes en el área de Atlanta, en el estado de Georgia.
El atacante, Robert Aaron Long, de 21 años, había frecuentado los salones y había estado previamente en un programa de rehabilitación por adicción al sexo.