Cada 22 de marzo la Iglesia Católica celebra la fiesta de San Nicolás Owen mártir, el hermano jesuita que gracias a sus habilidades técnicas -fue carpintero, artesano y albañil- se “especializó” en la construcción de escondites y refugios para proteger al clero perseguido en Inglaterra a fines del s. XVI e inicios del s. XVII.
San Nicolás fue canonizado en octubre de 1970 por el Papa San Pablo VI como parte del grupo de los “40 Mártires de Inglaterra y Gales”.
“Mansos como palomas” (Mt 10, 16)
San Nicolás Owen S.J. nació en Oxford en 1550 y murió en la capital inglesa en 1606, mientras era torturado en la tristemente famosa ‘Torre de Londres’, expresión con la que se denominaba al ‘Palacio Real y Fortaleza de su Majestad’. El cenit del célebre castillo albergaba la prisión que fungió de centro de tortura y ejecución durante la persecución organizada por la corona británica contra los católicos, tras la ruptura definitiva con Roma en 1534.
Nicolás fue hijo de un carpintero de nombre Walter Owen, de quien aprendió el oficio de carpintero. Además, trabajó como artesano y albañil.
Bordeando los 30 años, en 1580, se presentó a la Compañía de Jesús y fue aceptado en condición de “hermano lego” (nunca fue ordenado sacerdote). Los siguientes dieciocho años se desempeñó como ayudante de dos sacerdotes jesuitas: el Padre Henry Garnet y el Padre John Gerard.