San Patricio, patrono de Irlanda, es uno de los santos más populares, ya que fue obispo y gran misionero. Sin embargo, pocos saben que uno de sus grandes legados es su carta testimonial sobre la esclavitud y que en una ocasión emitió una sincera súplica en nombre de niñas y niños secuestrados para ser esclavizados.
En la “Carta a los soldados de Coroticus”, San Patricio pretendía avergonzar a Coroticus, un general del siglo V, cuyos soldados, en palabras del santo, estaban “manchados de sangre, con la sangre de cristianos inocentes, cuyo número he dado a luz en Dios y confirmado en Cristo”.
Además, denunció que los soldados “se repartían a las indefensas mujeres bautizadas como premios” y dijo que no sabía qué lo entristecía más: los muertos, los capturados o los mismos esclavizadores, “aquellos a quienes el diablo atrapó tan profundamente”.
La carta de San Patricio es aún más conmovedora porque dijo que fue un antiguo esclavo. Relató que asaltantes irlandeses lo raptaron y masacraron a los hombres y mujeres que trabajaban como sirvientes en la casa de su padre.
Jennifer Paxton, profesora de historia que enseña en el programa de Estudios Irlandeses de la Universidad Católica de América, indicó a CNA, agencia en inglés de EWTN News, que el santo “habría sabido muy bien por lo que estaban pasando estos esclavos, porque fue víctima de tal redada”.
Explicó que “en el siglo V, este tipo de incursiones era endémico en todas las islas británicas. Lo robaron de algún lugar, no estamos seguros de dónde, en el oeste de Gran Bretaña, y lo llevaron cautivo a Irlanda”.