VATICANO,
Al finalizar la Audiencia General de este miércoles 17 de marzo en el Palacio Apostólico del Vaticano, el Papa Francisco hizo un llamado al fin de la violencia, que "siempre es autodestructiva", en Paraguay y encomendó a la nación a Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé.
El Pontífice se refirió a las protestas que desde principios de marzo se están produciendo en el país latinoamericano debido a la gestión de la pandemia de coronavirus por parte del Gobierno.
Los manifestantes protestan contra la vuelta a las duras restricciones, como confinamientos más estrictos o cierre de comercios, que están causando un grave perjuicio económico. Las protestas han sido duramente reprimidas por la policía, lo que ha agravado aún más la crisis política.
Según un estudio de la universidad Johns Hopkins de Paraguay, el país cuenta ya con 183.348 contagios y 3.554 fallecidos.
El Santo Padre señaló que "durante esta semana me han preocupado las noticias que llegan del Paraguay. Por intercesión de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, pido al Señor Jesús, Príncipe de la Paz, que se pueda encontrar un camino de diálogo sincero para hallar soluciones adecuadas a las actuales dificultades, y así construir juntos la paz tan añorada. Recordemos que la violencia siempre es autodestructiva. Con ella no se gana nada, sino que se pierde mucho, y a veces todo".