VATICANO,
Ayuda humanitaria, educación y salud son los tres objetivos de la campaña de Caritas Internationalis "El mañana está en nuestras manos", dedicada a los niños sirios al cumplirse diez años del conflicto que sigue devastando el país.
En un comunicado de prensa, Caritas Internationalis señaló que "los niños sirios no han conocido otra cosa que la guerra, han aprendido a esconderse ante el primer ruido, han dicho adiós a sus seres queridos y a sus amigos, obligados a emigrar, o muertos durante los combates".
Así, los menores "están en riesgo de que se le prive de su futuro: ya a finales de 2019 se estimaba que más de 2 millones de niños, 1 de cada 3, no acudía a la escuela". A esto se suma la pandemia, que ha empujado a "un 50% de niños fuera del sistema educativo, exponiéndolos a la explotación del trabajo infantil".
Por medio de esta campaña, Caritas Internationalis trata de ayudar a los niños en sus lugares de educación, proporcionándoles todo el material didáctico y promoviendo la educación higiénico-sanitario contra la Covid 19 y evitar así que se conviertan en vectores de contagio.
El conflicto en Siria comenzó el 15 de marzo de 2011 tras una protesta por el arresto de unos jóvenes que hicieron pintas contra el presidente Bashar al-Assad. Las manifestaciones aumentaron y la represión por parte de las fuerzas de seguridad, con algunos manifestantes muertos, prendió la mecha de la guerra.
Caritas Internationalis advirtió que en 2020 más de 11 millones de personas necesitaron ayuda humanitaria, casi la mitad de ellos de urgencia. Se estima que la guerra ha dejado casi siete millones de desplazados.