Mons. Felipe Arizmendi, Obispo de San Cristóbal de las Casas, pronunció un enérgico mensaje de Cuaresma, el que dijo que todos son responsables de los cambios que la sociedad necesita y pidió sumarse a las acciones a favor de la paz y justicia.
El Prelado se refirió a los indígenas, sobre todo jóvenes y niños, que están perdiendo su identidad cultural, se avergüenzan de las buenas costumbres y copian los vicios de la sociedad dominante, como el alcoholismo y el consumo de drogas.
También denunció que ha disminuido la práctica religiosa. “Muchos no participan en las celebraciones dominicales, se utiliza la religión para fines políticos partidistas, o se reduce la fe a la oración y al culto”, puntualizó.
“Que nuestros vicios y egoísmos mueran con Cristo y bajen al sepulcro, para que así, con Él, por Él y en Él, podamos resucitar a una vida nueva de hijos de Dios”, dijo el Obispo.
Además, compartió que el sueño que tiene para Chiapas es el de un Estado y una familia donde todos seamos justos, fraternos, pacíficos y felices. “Sólo podrá hacer realidad con la fuerza del mismo Cristo, presente en su Palabra, en la oración, en los sacramentos, en la vida de la comunidad, en los pobres y sobre todo en la Eucaristía. Él es la fuerza que nos da vida. Es el amor que nos contagia, para que nos tratemos como hermanos, y no actuemos como caínes que destruyen y matan”.
nueva primavera para Chiapas, para México y para el mundo