VATICANO,
Faltan pocas semanas para el Viernes Santo, fecha en que, tradicionalmente, la Iglesia celebra la Colecta para Tierra Santa, destinada a sostener a los cristianos de la patria de Jesús, promover las peregrinaciones a los Lugares Santos y mantener los santuarios.
El año pasado esta colecta fundamental para mantener la presencia cristiana en Tierra Santa debió aplazarse al 13 de septiembre debido a la pandemia de coronavirus.
Este jueves 11 de marzo, la Congregación para las Iglesias Orientales difundió una carta del prefecto, Cardenal Leonardo Sandri, en la que explica que 2020 ha sido "un año de prueba, y así ha sido también para la Ciudad Santa de Jerusalén, para la Tierra Santa y para la pequeña comunidad cristiana que vive en Medio Oriente, y que quiere ser luz, sal y levadura del Evangelio".
"En 2020 los cristianos de aquellas tierras han sufrido un aislamiento que les ha hecho sentirse aún más distantes, alejados del contacto vital con los hermanos provenientes de los diversos países del mundo", señala.
Los cristianos de Tierra Santa "han sufrido la pérdida del trabajo, debido a la ausencia de peregrinos, y la consecuente dificultad para vivir con dignidad y para proveer a sus propias familias y a sus propios hijos. En muchos países el persistir de las guerras y de las sanciones ha agravado los mismos efectos de la pandemia".
Además, el retraso de la Colecta para Tierra Santa debido a la pandemia ha hecho que les haya faltado la ayuda que se garantizaba cada año.