VATICANO,
El Papa Francisco agradeció a Dios su visita a Irak que era "un proyecto de San Juan Pablo II".
Así lo dijo este miércoles 10 de marzo, al dedicar la Audiencia General de esta semana a su reciente visita apostólica a Irak que realizó del 5 al 8 de marzo.
"En estos días pasados el Señor me ha concedido visitar Irak, realizando un proyecto de San Juan Pablo II. Nunca un Papa había estado en la tierra de Abrahán; la Providencia ha querido que esto sucediera ahora, como signo de esperanza después de años de guerra y terrorismo y durante una dura pandemia".
En esta línea, el Papa señaló que "después de esta visita, mi alma está llena de gratitud. Gratitud a Dios y a todos aquellos que la han hecho posible" en particular el Gran Ayatolá Al-Sistani "con quien tuve un encuentro inolvidable en su casa en Nayaf" así como también todas las autoridades civiles, religiosas y los fieles de las respectivas Iglesias.
"Sentí con fuerza el sentido penitencial de esta peregrinación: no podía acercarme a ese pueblo atormentado, a esa Iglesia mártir, sin tomar sobre mí, en nombre de la Iglesia católica, la cruz que ellos llevan desde hace años; una cruz grande, como esa colocada en la entrada de Qaraqosh. Lo sentí de forma particular viendo las heridas todavía abiertas de las destrucciones, y más todavía encontrando y escuchando a los testigos supervivientes de la violencia, la persecución, el exilio...".
Al mismo tiempo, el Santo Padre recordó "la alegría de acoger al mensajero de Cristo" y señaló "vi la esperanza de abrirse a un horizonte de paz y de fraternidad, resumido en las palabras de Jesús que eran el lema de la visita: Ustedes son todos hermanos (Mt 23,8)".