Las violentas marchas feministas programadas para el 8 de marzo (8M) en Ciudad de México y en otras localidades del país tienen el permiso del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, mientras que las restricciones al culto católico a causa de la pandemia de coronavirus COVID-19 se mantienen prácticamente en todo el país.
El 3 de marzo López Obrador anunció en su conferencia de prensa matutina que frente a restricciones a las manifestaciones de feministas el 8 de marzo en otros países "aquí es prohibido prohibir, se garantizan los derechos de manifestación, de expresión".
"Aquí libertad absoluta, completa", insistió, al tiempo que pidió a las feministas que "las manifestaciones sean pacíficas".
"Que no se dañe a establecimientos comerciales, que no se afecten monumentos públicos y mucho menos que se agreda a otras personas, y que también haya cuidado para que no vayan a dañarse de los mismos manifestantes, mujeres u hombres, porque la vez pasada tiraron bombas", dijo.
De acuerdo a datos del Gobierno de México, al 6 de marzo se han confirmado más de 2,3 millones de casos de COVID-19 en el país, con un total de más de 210 mil muertes.
La universidad estadounidense Johns Hopkins, especializada en medicina, coloca a México como el tercer país con más muertes a causa del COVID-19 en todo el mundo, solo detrás de Estados Unidos y Brasil.