Una imagen de la Virgen María que fue decapitada y a la que le cortaron las manos hace algunos años fue parcialmente restaurada y estuvo presente este 7 de marzo en el altar de la Misa que presidió el Papa Francisco en el estadio Francis Harari en Erbil, capital de la región del Kurdistán iraquí.
La imagen mariana estuvo originalmente en la iglesia St. Adday en la ciudad de Karamlech, situada a unos 60 kilómetros al sureste de Mosul. En 2016 este templo fue profanado e incendiado por los terroristas del Estado Islámico (ISIS), que dejaron destrucción y desolación a su paso.
En declaraciones a ACI Prensa este domingo 7 de marzo, el párroco de St. Adday, P. Thabet Habeb, recordó que cuando vio la imagen de la Virgen decapitada por los terroristas musulmanes experimentó "un sentimiento muy triste, porque vi mi iglesia así, con todo esto. Ante esta Virgen rezamos muchos años y estaba destruida. Era algo muy importante de la parroquia, de nuestra iglesia".
"Vivíamos orgullosos de esta imagen bellísima que nadie más podía hacer", agregó el sacerdote, que estuvo presente en la Misa que el Santo Padre presidió en Erbil.
Al ser preguntado sobre lo que sintió al ver la imagen parcialmente restaurada durante la Misa con el Papa Francisco, el sacerdote dijo que allí "he visto a toda mi parroquia, a mi ciudad presente en el corazón del Santo Padre".
"Así toda mi parroquia y toda mi ciudad recibió una especial bendición porque esta imagen volverá a Karamlech y estará en nuestra iglesia a nuestro retorno", explicó el sacerdote de rito caldeo, ordenado hace 12 años.