En el tercer día de su viaje apostólico a Irak, el Papa Francisco llegó al Kurdistán iraquí, la región donde se refugiaron las decenas de miles de cristianos que huían del avance del Estado Islámico por la llanura del Nínive.
A su llegada a esta región autónoma, el Santo Padre se reunió con el presidente del Kurdistán Iraquí, Nechirvan Barzani, previa a su visita a Hosh al-Bieaa (Plaza de las cuatro Iglesias) de Mosul para una oración por las víctimas de la guerra.
A su llegada a Erbil este 7 de marzo, capital de esta región autónoma, el Santo Padre fue recibido por las autoridades religiosas y civiles, y unos niños vestidos con ropas tradicionales que recibieron al Papa Francisco con ramas de palma.
El presidente Nechirvan y el primer ministro Masrour Barzani acompañaron al Pontífice a la Sala VIP presidencial del aeropuerto, donde intercambiaron algunas palabras. El Santo Padre obsequió al mandatario una medalla de plata.
El Pontífice también tuvo una reunión con el ex Presidente del Kurdistán Iraquí y líder del Partido Demócrata del Kurdistán (KDP), Masoud Barzani.
Kurdistán Iraquí es una región autónoma ubicada en el noroeste de Irak, fue reconocida oficialmente con la introducción de la nueva Constitución en 2005 y comprende las ciudades de Dohuk, Erbil, Halabja y Sulaymaniyah.