Este 5 de marzo, en el primer día de su histórica visita a Irak, el Papa Francisco tuvo un encuentro con las autoridades y sociedad civil en el que solicitó la protección y reconocimiento de los derechos de todas las comunidades religiosas, y recordó la presencia milenaria de los cristianos en esta tierra.
El encuentro se realizó en el salón del Palacio Presidencial de Bagdad, luego de la visita de cortesía al presidente iraquí Barham Ahmed Salih Qassim, y del encuentro privado con el primer ministro Mustafa Abdellatif Mshatat.
El discurso del Papa siguió a las palabras de bienvenida del presidente Salih, que agradeció a Francisco por haber aceptado la invitación a visitar el país y su preocupación por el pueblo iraquí. También se refirió a las guerras sufridas por Irak y la situación de los cristianos durante la persecución del Estado Islámico (ISIS).
Por su parte, el Papa agradeció las palabras del mandatario y saludó con afecto a las autoridades iraquíes y a los representantes de otras comunidades cristianas.
En su discurso, Francisco afirmó que llega a Irak como "peregrino para animarlos en su testimonio de fe, esperanza y caridad", y también recordó que en las últimas décadas este país de Medio Oriente ha sufrido constantes guerras, terrorismo y "conflictos sectarios basados a menudo en un fundamentalismo" que no acepta la pacífica convivencia entre grupos étnicos y religiosos.