Hace ochocientos años, un Santo Domingo descalzo llevó una imagen de la Virgen María por Roma, confiándola a una nueva comunidad de religiosas de claustro, quienes han conservado el ícono dentro de los muros de su convento hasta el día de hoy.
El ícono, conocido como la "Advocata" (abogada o defensora), puede encontrarse actualmente en una pequeña capilla en el monte más alto de Roma, en la iglesia de Santa María del Rosario en Monte Mario.
Mientras Santo Domingo llevaba el ícono de madera de tilo la noche del 28 de febrero de 1221, dos cardenales delegados por el Papa Honorio III acompañaron al fundador de la Orden de Predicadores, y 42 religiosas los siguieron en procesión camino a su nuevo convento.
En sus 800 años de historia, esta comunidad dominica romana solo se han mudado en dos ocasiones: una en el siglo XVI y luego en el siglo XX. Las religiosas están ubicadas desde 1931 en el Monte Mario.
Actualmente hay ocho religiosas dominicas en el convento, que participan en la Misa dominical detrás de una rejilla a la izquierda del altar. Junto a ellas se encuentra su atesorado ícono mariano, también detrás de una reja.