El Consejo de la Pastoral Social-Cáritas de Panamá, junto a los albergues de inspiración católica, la Pastoral Familiar y Movimientos de Familia de la Iglesia Católica, lamentó los casos de abusos en albergues supervisados por el Estado y expresó la necesidad de buscar la justicia sin revictimizar a los niños y jóvenes afectados.
La Fiscalía de Panamá inició una investigación por los casos de abusos físicos, psicológicos y sexuales a niños y jóvenes en albergues del país que están bajo la supervisión de la Secretaria Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf).
El informe de la Comisión de la Mujer, la Niñez, la Juventud y la Familia de la Asamblea Nacional de Panamá reveló que desde 2015 trabajadores de al menos 14 albergues supervisados por el Estado cometían abusos contra menores, que además vivían en condiciones de vida "infrahumanas".
En un comunicado, Cáritas señaló que "el abuso físico, psicológico y sexual contra la niñez y la adolescencia en las familias y en las instituciones públicas y privadas, es un grave pecado social, además de un delito irracional".
"Estos niños, niñas y adolescentes ya viven una tragedia por no contar con sus padres en un hogar estable. Revictimizarlos en su cuerpo, su mente y su espíritu, mientras permanecen en las casas de acogida, resulta depravado y se constituye en un fuerte clamor al cielo y a toda la sociedad", indicó.
La institución reiteró la tolerancia cero de la Iglesia Católica "ante estos actos abominables" y expresó su apoyo "a las voces que exigen sancionar con rigor a los responsables".