VATICANO,
Actualmente, la mayoría de los jefes de la Curia Romana tienen edad para la jubilación, y sus cargos han sido prorrogados por el Pontífice "donec aliter provideatur", que significa, hasta que se disponga de otro modo. Además de que la gran mayoría de los Dicasterios están presididos por europeos.
De acuerdo con el reglamento, los jefes de Dicasterio deben presentar al Pontífice su renuncia al cumplir los 75 años. Y corresponde al Papa decidir si, cómo y cuándo aceptarla y, en consecuencia, proceder con el nombramiento del sucesor.
El pasado 20 de febrero, el Santo Padre aceptó también la renuncia del Cardenal Angelo Comastri, de 77 años, y nombró al Cardenal Mauro Gambetti, de 55 años, su Vicario general para el Estado de la Ciudad del Vaticano, Arcipreste de la Basílica de San Pedro y presidente de la Fábrica de San Pedro.
Además, el mismo día, el Papa aceptó la renuncia del Cardenal Robert Sarah como prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, pero todavía no ha nombrado a su sucesor.
Sin tomar en cuenta el actual puesto vacante en el Culto Divino, cinco de las ocho Congregaciones Vaticanas están presididas por prefectos que tienen mandato prorrogado: la de los Obispos con el Cardenal Marc Ouellet de 76 años; la de las Iglesias Orientales con el Cardenal Leonardo Sandri de 77 años; la del Clero con el Cardenal Beniamino Stella de 79 años; la de la Doctrina de la Fe con el Cardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer de 76 años y la de Educación Católica con el Cardenal Giuseppe Versaldi de 77 años.
Además, a estas Congregaciones se añaden otras oficinas de la Curia Romana, como es el Pontificio Consejo para la Cultura presidido por el Cardenal Gianfranco Ravasi de 78 años; la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano con el Cardenal Giuseppe Bertello de 78 años y la Penitenciaría Apostólica con el Cardenal Mauro Piacenza de 76 años.