La Capilla de Santo Antônio en la ciudad de Carangola (Brasil) fue afectada por una inundación que cubrió la totalidad del tabernáculo, sin embargo, las hostias consagradas que estaban dentro fueron encontradas secas e intactas.
El hecho fue compartido en las redes sociales por uno de los vecinos de la capilla, Víctor Marius, y la foto se volvió viral rápidamente.
Marius dijo en su publicación que "el agua alcanzó más de 2 metros de altura y llegó al sagrario donde se guarda el Santísimo Sacramento".
"Al abrir se vio que las hostias permanecían intactas, mostrando cómo en las mayores adversidades Dios permanece", agregó.