El P. Naim Shoshandy es un sacerdote siro católico de 37 años que se vio obligado a salir de Irak en 2013 ante la persecución del Estado Islámico, que asesinó a su hermano de 27 años. Ahora comparte que la "Iglesia martirizada" en el país recibirá con alegría y esperanza al Papa Francisco, que visitará a esta nación del 5 al 8 de marzo.
"Bienvenido a la dolorosa Iglesia iraquí, Iglesia martirizada, que perdió dos tercios de su población. Usted está aquí para llamarnos a 'emprender acciones para defender a los pobres de la discriminación y las formas de desigualdad social y económica'. Estas se han vuelto insoportables y han llevado al Cielo el grito de nuestra juventud", escribe el sacerdote en un texto enviado a ACI Prensa.
"Bienvenido a dar amparo a la gente que sufre. Desde el primer día de de mi sacerdocio en 2013, me he dado cuenta del significado del dolor, porque el dolor generalmente es causado por el silencio, la indiferencia y la soledad, dolor sufrido en esta pandemia, donde se han perdido tantas vidas", prosigue.
El P. Shoshandy nació en Qaraqosh, ciudad situada a 32 kilómetros de Mosul en la Llanura del Nínive y que el Estado Islámico arrasó desde agosto de 2014, y que comenzó a ser recuperada en 2016.
El P. Shoshandy tiene cuatro hermanos y es el único sacerdote.
Fue ordenado el 12 de septiembre de 2013 en la Catedral de la Inmaculada Concepción de Qaraqosh y desde entonces "trabajé en Irak en distintas parroquias. Hasta que tuve que abandonar la diócesis por culpa de Daesh", como también se conoce al Estado Islámico o ISIS.