Siguiendo con sus reflexiones en los siete domingos de San José, el Obispo de San Sebastián (España), Mons. José Ignacio Munilla, meditó sobre la importancia de la obediencia en la vida del Santo Custodio, algo que siempre hizo sin protestar.
En su reflexión para este domingo 14 de febrero, el Prelado español se refirió al pasaje en el que Jesús le dice a Pedro que cuando era joven se ceñía e iba donde quería, pero cuando sea viejo "otro te ceñirá e irás adonde no quieras. Que dicho de otra forma es que cuando eras joven hacías las cosas a tu manera, pero luego harás otras obedeciendo".
"Esto resalta que lo más valioso de nuestra vida lo hemos hecho obedeciendo. No por propia iniciativa sino respondiendo a la voluntad del Padre. La gran ofrenda que el hombre puede hacer a Dios es la ofrenda de su obediencia. Si un hombre quiere ofrecer su vida a Dios debe ofrecerle su voluntad, su obediencia", resaltó el Prelado.
Mons. Munilla indicó que de los tres votos que hacen los consagrados: el celibato, la pobreza y la obediencia, esta última es la más importante porque consiste en "la ofrenda de la voluntad, porque es la que ama y obedece".
El Obispo indicó luego que "no puede haber caridad sin obediencia" y que "el que obedece no se equivoca, en todo caso se equivocará el que ha mandado".
Mons. Munilla subrayó luego que "obedecer murmurando es profanar la obediencia. Debemos obedecer como San José, sin protestar. Solemos pensar que quien es débil e inmaduro recurre a la obediencia para buscar seguridad y es todo lo contrario".