Sor André, religiosa de las Hijas de la Caridad, es la persona más anciana de Europa y la segunda persona más longeva del mundo, y en estos días ha ganado la lucha contra el coronavirus COVID-19 a los 117 años de edad.
La hermana André vive en la casa de retiro Sainte-Catherine-Labouré en la ciudad de Toulon (Francia), donde pasó estricta cuarentena luego de dar positivo a la enfermedad el 16 de enero.
La religiosa fue uno de los 81 residentes que contrajo la enfermedad y, según señaló al periódico local Var Matin, "ni siquiera me di cuenta de que estaba infectada".
El portavoz de la residencia, David Tavella, indicó que sor André no tuvo miedo al virus, pero sí se preocupaba por la salud de los otros residentes de la casa de retiro.
"No me preguntó sobre su salud, sino sobre sus hábitos", señaló. "Por ejemplo, quería saber si los horarios de comidas o de acostarse cambiarían. Ella no mostró miedo a la enfermedad. Por otro lado, estaba muy preocupada por los otros residentes", agregó.
Tavella señaló al canal BFM que sor André se encuentra "muy tranquila y está ansiosa por celebrar su 117 cumpleaños el jueves" junto a un grupo reducido de ancianos de la residencia por las medidas de seguridad por la pandemia.