VATICANO,
El Papa Juan Pablo II hizo un sentido llamado a hacer cotidiana la vida cristiana, reforzar la formación de los creyentes y transmitir la fe íntegramente, al recibir a un grupo de obispos franceses en visita ad limina.
El Santo Padre abordó el secularismo que afecta a Francia y muchos países del mundo, manifestó su preocupación y subrayó la necesidad de una evangelización renovada en muchos lugares e incluso pidió una “primera proclamación del Evangelio” para algunos casos.
Ante los obispos franceses de la provincia de París y el ordinario militar, el Santo Padre explicó que la secularización “es comprendida con frecuencia como un rechazo en la vida social de los valores antropológicos, religiosos y morales que la han marcado profundamente”.
“Por eso es necesario tanto un anuncio renovado del Evangelio” como “un primer anuncio”, señaló y agregó que en el caso de niños y jóvenes “es importante ofrecerles una educación religiosa y moral de calidad, proporcionándoles los elementos claros y sólidos de la fe que les conduzcan a una vida espiritual intensa”.
El Papa señaló que “la formación catequética debe estar acompañada por una práctica religiosa regular. Las propuestas hechas a los niños, ¿cómo pueden arraigar verdaderamente en ellos y cómo puede transformar Cristo su propio ser y su actuar si no se encuentran con El a menudo?”.
La formación religiosa –agregó- debe ser tanto personal como comunitaria, “teniendo presente que esta dimensión de su vida tiene una incidencia positiva en sus lazos sociales y en la vida de las personas”.