VATICANO,
El Papa Francisco explicó que cuidar a los enfermos no es una "actividad opcional" para la Iglesia, sino que es parte integrante de su misión.
Así lo indicó el Santo Padre este 7 de febrero antes del rezo del Ángelus dominical que dirigió nuevamente desde la ventana de su estudio ante los fieles reunidos en la plaza de San Pedro debido a la disminución de restricciones sanitarias por parte de las autoridades italianas.
En esta línea, el Papa expresó su alegría por poder volver a rezar la oración mariana con las personas presentes en la plaza, a pesar de que había una fuerte lluvia.
Al reflexionar en el pasaje del Evangelio dominical en el cual San Marcos relata cuando Jesús curó a la suegra de Pedro, el Santo Padre señaló los gestos "emblemáticos" de Jesús en esta sanación física "la mujer se encontraba en la cama con fiebre… 'Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó'. Hay mucha dulzura en este sencillo acto, que parece casi natural: 'la fiebre la dejó y ella se puso a servirles", subrayó.
En esta línea, el Papa explicó que "el poder sanador de Jesús no encuentra ninguna resistencia; y la persona sanada retoma su vida normal, pensando enseguida en los otros y no en sí misma, y esto es significativo, ¡es signo de verdadera salud!"
Luego, el Pontífice destacó que Jesús continuó a curar a enfermos y endemoniados y así mostró "su predilección por las personas que sufren en el cuerpo y en el espíritu: es la predilección del Padre, que Él encarna y manifiesta con obras y palabras".