Los obispos latinoamericanos fallecidos son Mons. Guillermo Rodríguez Melgarejo (Argentina), Mons. Cástor Oswaldo Azuaje Pérez (Venezuela), Mons. Luis Adriano Piedrahíta Sandoval (Colombia), Mons. Francisco Daniel Rivera Sánchez (México) y Mons. Rafael Gallardo García (México).
En Estados Unidos falleció Mons. Vincent Michael Rizzotto, quien se desempeñó como Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Galveston-Houston de 2001 a 2006
También fallecieron obispos en Polonia, China, Filipinas, Inglaterra, Italia, España, Rumania, Escocia, Líbano, Zambia, Sudáfrica, Papúa Nueva Guinea, Uganda y Australia.
Si bien varios obispos de la lista fallecieron por motivos de edad o diferentes tipos de enfermedades, entre el 8 y el 15 de enero se informó que nueve obispos de tres continentes habían fallecido como resultado del coronavirus. Estos tenían entre 53 y 91 años. Cinco de los obispos murieron en Europa, donde una nueva cepa de COVID-19 ha llevado a muchos países a implementar más restricciones.
Entre los obispos latinoamericanos fallecidos por COVID-19 en la primera mitad de enero se encuentra el Cardenal Scheid; el Obispo de Santa Marta (Colombia), Mons. Piedrahita y el Obispo de Trujillo (Venezuela) Mons. Azuaje.
Al día de hoy, en el mundo el total de casos de COVID-19 asciende a 103.377.424 millones de personas, que ha cobrado la vida de 2.236.454 millones de personas.