El Arzobispo de Arequipa (Perú), Mons. Javier Del Río Alba, indicó que la medida del gobierno de cerrar las iglesias por la pandemia de coronavirus pone en relieve la visión limitada que tiene el Estado sobre la "persona humana", y resaltó que la salud espiritual de los peruanos es igual de relevante que la salud física.
En un comunicado, Mons. Del Río indicó que las nuevas medidas dadas por el gobierno peruano para detener el avance de la pandemia de COVID-19 "ponen de manifiesto, una vez más, que nuestros gobernantes no comprenden a la sociedad peruana ni a quienes la integramos".
"Si quienes detentan los poderes del Estado tienen una visión limitada e incompleta de 'la persona humana' no podrán defenderla ni respetar su dignidad. Y si, además, esa visión es distinta a la de la mayoría de los peruanos, estarían gobernando de espaldas a ellos", indicó.
A raíz de la segunda ola del coronavirus y el colapso del sistema de salud en distintas partes del país, el presidente Francisco Sagasti anunció una serie de medidas, como la clasificación de las regiones en tres niveles: alto, muy alto y extremo, de acuerdo a la gravedad de la pandemia.
Para las regiones en nivel extremo, como Áncash, Pasco, Huánuco, Junín, Huancavelica, Ica, Apurímac, Lima Región, Lima Metropolitana y el Callao, se estableció una cuarentena del 31 de enero al 14 de febrero, en la que se prohibió la apertura de iglesias, centros comerciales, gimnasios, restaurantes, entre otros.
Igualmente, en el nivel muy alto, las iglesias siguen cerradas; pero se permite el ingreso a restaurantes, centros comerciales y tiendas por departamento. En el nivel alto los templos podrán recibir personas hasta el 20% de su capacidad, por debajo del 30% de aforo de tragamonedas, gimnasios y cines.