Durante la noche del jueves 28 y madrugada del viernes 29 de enero, se realizó la Vigilia Nacional por la Vida, un encuentro que reunió presencial y virtualmente a los fieles de Estados Unidos y todo el mundo para rezar y pedir a Cristo en el Santísimo Sacramento por el cuidado y la protección de la dignidad humana y del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
Debido a la pandemia del COVID-19, este año la Vigilia Nacional por la Vida, que normalmente congrega a miles de fieles un día antes de la Marcha por la Vida, se realizó de forma virtual y contó con la participación de un pequeño grupo de fieles en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, ubicado en Washington DC.
El evento inició el 28 de enero a las 8:00 p.m. con el rezo del Rosario por la Vida, dirigido por religiosas de diversas congregaciones. Luego se realizó la Misa de inauguración de la vigilia, celebrada por el Arzobispo de Kansas City, Mons. Joseph F. Naumann, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).
Durante la vigilia también participó el rector del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, Mons. Walter R. Rossi; el Nuncio Apostólico en Estados Unidos, Mons. Christophe Pierre; y el Arzobispo de los Servicios Militares, Mons. Timothy Broglio.
Mons. Rossi inició la celebración dando "gracias a Dios por la vida humana durante este Año de San José" y pidió al padre adoptivo de Cristo "que proteja a todas las vidas y la defensa de los más vulnerables entre nosotros".
La Misa se realizó pocas horas después de que el presidente Joe Biden, en su segunda semana en el cargo, permitiera la financiación estadounidense de grupos internacionales proaborto. El 22 de enero, en el 48° aniversario del caso Roe vs. Wade que permitió el aborto legal en Estados Unidos, Biden, que se califica como católico, también se comprometió a codificar el caso.