MADRID,
El Premio Nacional de Historia, el catedrático español Luis Suárez Fernández, destacó que “muchas de las cosas que se le atribuyen actualmente” a la reina Isabel la Católica “no son otra cosa que fidelidad extrema a la Iglesia”.
Suárez Fernández, quien lleva 50 años dedicado al estudio de la figura histórica de Isabel la Católica, declaró en una entrevista que ella “es una mujer que vive las virtudes cristianas, incluso hasta extremos que hoy no somos capaces de entender”.
Interrogado sobre la posibilidad de que la reina sea beatificada este mismo año, coincidiendo con el quinto centenario de su fallecimiento, Luis Suárez Fernández indicó que “es verosímil porque para América tiene una importancia enorme. Hay que tener en cuenta que Isabel es la primera que formula la existencia de los derechos humanos en una ley. No en una doctrina, que esto venía de antes, sino en una ley. Es la que orienta lo que debe hacerse en América”.
El historiador reconoció que durante el reinado de su biografiada varias cosas se hicieron mal, sin embargo, aclaró que ello fue “igual que en los demás países. En Alemania o en Francia se estaban cometiendo delitos como en todas partes, pero no cabe duda de que en América surgieron naciones con predominio católico y con valores culturales nuestros”.
Al referirse al tema de la expulsión de los judíos de España, el académico señaló que “si la Iglesia le hubiera dicho en aquel momento: ‘Tiene usted que amparar a los judíos’, lo habría hecho. Nadie más favorable a los judíos que Isabel. Confirmó las leyes que les protegían. Es la presión exterior la que le obliga después a rectificar para poner a España en el camino de Europa”.
Para el especialista en la reina Isabel, en la expulsión de los judíos “hubo buena intención en la medida, pero se cometieron errores muy graves. Fue un error garrafal. Era solucionar un problema del modo en el que no se debía hacer. Y, curiosamente, Isabel, que continúa la labor de don Álvaro de Luna, había estado más cerca que ningún otro país de resolver el conflicto para tener aquí una comunidad judía protegida y respetada. Pero hubo presiones y cedió”.