La hermana Norma Pimentel, directora ejecutiva de las Caridades Católicas del Valle del Río Grande y una conocida defensora de los inmigrantes, afirmó que "todos nosotros en Estados Unidos tenemos la responsabilidad de tener un corazón abierto ante el ser humano que está desplazado y se encuentra en nuestra comunidad, para acogerlo e integrarlo".
Así lo indicó a ACI Prensa la religiosa que pertenece a las Misioneras de Jesús desde hace más de 40 años y que desde 2014 dirige el trabajo con inmigrantes en la región del Valle del Río Grande en Estados Unidos. Esto le ha valido varios reconocimientos, como uno personal del Papa Francisco en 2015, y haber sido incluida entre las 100 personas más influyentes del mundo en 2020, por la revista Time.
"Es nuestra responsabilidad cuidar unos de otros, cuidar a ese extranjero. La Sagrada Escritura dice que Jesús nos dice 'no te conozco si no me recibiste cuando tenía hambre, sed, o necesitaba atención'. Estamos llamados a cuidar unos de otros".
La religiosa explicó a ACI Prensa que su trabajo, para el que cuenta con la colaboración de un equipo flexible de unas diez personas, consiste esencialmente en asistir a los "inmigrantes que llegan a la frontera y que necesitan una respuesta humanitaria".
La hermana Norma Pimentel indicó que han podido colaborar desde 2014 con unas 2.500 personas y que ahora, a causa de la pandemia, buena parte de sus esfuerzos se concentran en las ciudades de Matamoros y Reynosa en el estado mexicano de Tamaulipas "donde hay miles de personas esperando, algunas más de un año, su proceso de asilo en Estados Unidos".
La religiosa indicó que las personas a las que asiste son esencialmente familias que provienen de Centroamérica, especialmente de Honduras, Guatemala y El Salvador, pero también hay muchos que llegan desde México, Venezuela, Perú y Colombia.