Carlos Lwanga, José Mkasa y otros 20 compañeros fueron martirizados entre 1885 y 1887 en Uganda por haber formado parte de la sociedad de los Misioneros de África, conocida como los Padres Blancos, comunidad que se encargó de la evangelización de ese continente durante el siglo XIX.
El líder de la comunidad católica, que para entonces tenía unos 200 miembros, era un joven de 25 años llamado José Mkasa (Mukasa) que trabajaba como mayordomo de la corte del rey Muanga.
José fue quemado el 15 de noviembre de 1885 por confrontar una decisión del soberano. Antes de fallecer, el joven dijo a sus verdugos: "Un cristiano que entrega su vida por Dios no tiene miedo de morir".
En mayo del año siguiente, los cristianos, ahora a cargo de Carlos Lwanga, fueron capturados y llevados ante el rey, que les preguntó si tenían la intención de seguir profesando su fe, a lo que respondieron: "¡Hasta la muerte!".
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El 3 de junio de 1886 doce de ellos fueron quemados vivos y otros 10 fueron descuartizados. Los 22 mártires fueron beatificados el 6 de junio de 1920 por el Papa Benedicto XV. Posteriormente fueron canonizados por San Pablo VI el 18 de octubre de 1964.
5. Beato Cyprian Michael Iwene Tansi
Cyprian Michael Iwene Tansi nació en 1903 en Igboezunu, al sur de Nigeria. A pesar de la desaprobación de sus padres, ingresó al seminario de Igbarian en 1925 y se ordenó sacerdote en 1956.
El P. Tansi fue una persona cercana al pueblo, estuvo principalmente atento a la pastoral de la familia, trabajando para asegurarse que las parejas llegaran bien preparadas al Matrimonio y promoviendo la castidad.
El sacerdote también luchó por el acceso a la educación de las mujeres jóvenes, animó a las personas a recibir el sacramento de la Reconciliación y nutrir sus vidas por la Palabra de Dios y la Sagrada Comunión.
Fue enviado a la abadía cisterciense de Mount Saint Bernard (Inglaterra) para seguir la vocación monástica y así devolver la vida contemplativa a África. En 1964, cerca de regresar a Camerún para formar la nueva comunidad, falleció de un aneurisma aórtico.