Los obispos de Irlanda acogieron un informe sobre los hogares para madres solteras administrados por el gobierno y operados por congregaciones religiosas entre 1922 y 1968, y pidieron perdón por los maltratos ocurridos en esos lugares, por ser una traición a Cristo.
"El informe de la comisión ayuda a dar luces a lo que fue durante muchos años una parte escondida de nuestra historia y expone la cultura del aislamiento, el secreto y el ostracismo social que enfrentaron muchas 'madres solteras' y sus hijos en este país", dijo el Arzobispo de Armagh y Primado de Irlanda, Mons. Eamon Martin, el pasado 12 de enero.
La Comisión Irlandesa de Investigación para los hogares de madres solteras emitió su informe ese día, tras seis años de estudio de 14 hogares para madres y bebés y otros 4 hogares similares. El informe de 2.800 páginas examina cada hogar y aporta contexto histórico sobre las acciones de las mujeres, los padres de los bebés, las familias, los funcionarios del gobierno y los líderes religiosos involucrados.
"Las mujeres que daban a luz fuera del matrimonio estaban sujetas a un maltrato particular. La responsabilidad de ese maltrato está principalmente en los padres de sus hijos y en sus familias inmediatas", dice el informe. Esto "era algo apoyado y perdonado por las instituciones del Estado y las Iglesias", agrega.
"Sin embargo, debe reconocerse que las instituciones bajo investigación proporcionaron un refugio –un refugio complicado en algunos casos– cuando las familias no lo daban", indica el documento.
Unas 56 mil mujeres y niñas, entre los 12 y 40 años, fueron enviadas a estas instituciones. Alrededor de 57 mil bebés nacieron en un periodo de 76 años. Hubo una significativa tasa de mortalidad, con un 15% de bebés fallecidos antes de que las madres dejaran los hogares.