El 17 de diciembre, la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) animó a las familias a prepararse para el centenario de la coronación canónica de la imagen de Nuestra Señora de Altagracia, celebrado el 21 de enero, acogiéndose a su intercesión en estos tiempos difíciles.
En su carta pastoral titulada "Nuestra Señora de la Altagracia, un regalo de Dios al pueblo dominicano", los obispos enviaron palabras de fortaleza y esperanza a las familias "ante los difíciles tiempos que estamos viviendo a causa de la pandemia del COVID-19". Para ello, recordaron que la Virgen de Altagracia es protectora de la nación a lo largo de su historia y las animaron a confiarse a su intercesión.
"La imagen de Nuestra Señora de la Altagracia ha sido un regalo para el pueblo dominicano, por su manifestación a través de tantos favores que por su intercesión recibimos como nación. Y nosotros le dispensamos a Ella que es la madre de Dios y Madre nuestra, mucho amor y fervor, devoción y entrega, y la sentimos muy dentro de cada uno de nuestros corazones".
Para los obispos, esta advocación es "el más dulce regalo de Dios a los dominicanos" por seguirlo con fidelidad y caridad cristiana. La nación fue vista "por Dios, Nuestro Señor, con mucho amor, piedad, y muy en especial, con paciencia, lo cual consideramos se debe al fervor y la devoción del pueblo, que bajo cualquier circunstancia lo ama, y tiene como norte hacer el bien a sus hermanos y servirles en toda ocasión".
En ese sentido, llamaron a los fieles a reencontrarse con la Madre de Dios en esta advocación mariana para verla como "modelo de discípula misionera" y pedirle las gracias que más necesitan en medio de la dificultad marcada por la pandemia.
"Hoy nos convoca Nuestra Madre Protectora en uno de los momentos más difíciles de nuestra vida cotidiana, como nación. La necesidad de su intercesión nos llama a volver a reencontrarnos con Ella para pedirle que no aparte de nosotros su protección, que no nos deje solos", dijeron.