La Corte Suprema de Estados Unidos, en una decisión de 6 a 3, restableció este 12 de enero que las mujeres que quieran acceder a una píldora abortiva tendrán que hacerlo en persona ante un médico y no por correo, como había permitido un juez federal por la pandemia.
De esta manera, la Corte Suprema dejó sin efecto la orden judicial del juez Theodore D. Chuang del Distrito de Maryland, que había bloqueado las reglas de la FDA sobre el acceso personal a la píldora abortiva.
"La pregunta que tenemos ante nosotros no es si los requisitos para dispensar mifepristona imponen una carga indebida sobre el derecho de la mujer al aborto como un asunto general", escribió el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts el 12 de enero. "La pregunta es, en cambio, si el Tribunal de Distrito ordenó correctamente a la Administración de Alimentos y Medicamentos levantar esos requisitos establecidos debido a la propia evaluación del tribunal sobre el impacto de la pandemia de COVID-19".
"Aquí, como en contextos relacionados con las respuestas del gobierno a la pandemia, mi opinión es que los tribunales deben una deferencia significativa a las entidades políticamente responsables con los 'antecedentes, competencia y experiencia para evaluar la salud pública'", dijo Roberts, citando sus argumentos anteriores que respaldan regulaciones impuestas por el Estado a las iglesias durante la pandemia.
"A la luz de esas consideraciones, no veo una base suficiente aquí para que el Tribunal de Distrito obligue a la FDA a modificar el régimen para el aborto con medicamentos", continuó Roberts.
El requisito normal de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), vigente desde el año 2000, es que la píldora abortiva se dispense y administre en persona. El reglamento es parte del protocolo REMS, reservado para medicamentos y procedimientos de mayor riesgo.