El P. Giuseppe Livatino, postulador de la causa de beatificación del juez y mártir Rosario Livatino, asesinado por la mafia italiana en 1990 cuando tenía 38 años de edad, aseguró que una urgencia moral del mundo de hoy es "ciertamente la coherencia cristiana y civil", una característica que demostró el magistrado en su vida cotidiana.
Así lo indicó el sacerdote en entrevista concedida a ACI Stampa, agencia en italiano del Grupo ACI, al referirse a las enseñanzas del juez como "la de la coherencia cristiana y civil. Rosario extrajo del Evangelio y del Magisterio de la Iglesia su profunda sabiduría. Conoció y vivió el Evangelio, las reflexiones de los padres conciliares sobre el papel del fiel laico en el mundo de hoy".
En agosto de 1989 Rosario Livatino fue nombrado juez de la sección de prevención del Tribunal de Agrigento, puesto en el que tuvo a su cargo varios procesos contra miembros de la mafia condenados a cadena perpetua.
Fue asesinado por la mafia el 21 de septiembre de 1990 al ser interceptado por cuatro sujetos mientras conducía su auto. El hombre que lo remató era Gaetano Puzzangaro, quien proporcionó un importante testimonio para la causa de beatificación del juez.
El P. Livatino dijo también a ACI Stampa que "Rosario sabía bien, también gracias a su experiencia de formación vivida en la Acción Católica, que el cristiano está llamado a ser 'luz del mundo y sal de la tierra', que debe santificarse en la familia, en el trabajo cotidiano y en el mundo".
"La suya es una opción de vida cristiana radical que debe 'evitar el mal y hacer el bien': evitar el mal significa rechazar con firmeza el pecado: 'el pecado es sombra y para juzgar es necesaria la luz ya que ningún hombre es luz absoluta', escribirá en una conferencia sobre fe y derecho en 1986 en Canicatti, donde también dirá que 'hacer justicia es la relación de uno mismo, es oración y dedicación de sí a Dios'".