REDACCION CENTRAL,
A medida que empeora el brote de COVID-19 en la provincia china de Hebei, los rumores de las redes sociales del país asiático culpan a los católicos del aumento de casos por supuestamente "participar en actividades".
En respuesta, la Asociación Patriótica Católica de Shijiazhuang y la diócesis católica oficial de Shijiazhuang emitieron un comunicado.
"La difusión de estos rumores ha violado gravemente los derechos e intereses legítimos de los sacerdotes y miembros católicos, socavó la armonía y la estabilidad de la sociedad. Al día de hoy, entre los casos confirmados en Shijiazhuang, solo uno de ellos es un creyente católico", señaló el 7 de enero la Diócesis de Shijiazhuang en su declaración oficial.
Funcionarios de la Oficina de Asuntos Étnicos y Religiosos de Beijing declararon que 155 lugares utilizados con fines religiosos en Beijing se cerrarán temporalmente al público y se suspenderán las actividades religiosas colectivas.
NBC News informó que para evitar la propagación del nuevo brote, las autoridades del Partido Comunista Chino (PCCh) encerraron el miércoles 6 de enero a 11 millones de personas en la provincia de Hebei, pese a que solo se detectaron 39 casos.
Además, se ordenó una campaña de pruebas masivas y se impusieron restricciones de viaje en el resto de la región que rodea la capital, Beijing.