La Fundación Madrina lleva este fin de semana ayuda a madres jóvenes y sus hijos, algunos recién nacidos, en la zona de Cañada Real en Madrid, el asentamiento irregular más grande de Europa marcado por la pobreza y fuertemente afectado por la nieva y las bajas temperaturas del temporal Filomena.
La Fundación explica en una nota de prensa que "el temporal de nieve es la gota que ha colmado el vaso en la Cañada Real, hasta constituirse en un 'desastre humanitario': niños recién nacidos y madres jóvenes sin luz para calentar comida, ni calefacción, árboles caídos sobre las casas rompiendo techos. Después de todo el verano y otoño, las familias de la Cañada Real se enfrentan a un duro y largo invierno sin luz y sin calefacción. El nivel de la nieve caída impide en muchas casas abrir las puertas".
Algunos habitantes de esta zona, explica la nota, "solo sobreviven con las dos entregas de comida rápida que les llevó esta semana la Fundación Madrina".
Desde hace varios meses la fundación lleva "comida de niños y productos de higiene infantil, así como alimentación de adultos, debido a una petición de los propios vecinos de la Cañada Real. Desde entonces, las ayudas de la Fundación han sido semanales y van a cubrir el riesgo alimentario infantil y su seguimiento médico, hasta la total normalización de las familias afectadas, la mayoría sin lo básico para sobrevivir".
Esta semana la fundación llegó hasta la zona en cuatro ocasiones y también llevó regalos para los niños por la fiesta de Reyes. Han ayudado llevando también ropa de abrigo, mantas y sacos de dormir.
"Los vecinos se quejan de que la actual compañía suministradora de luz ha decidido cortarles la luz, y todavía no hay restitución de la misma, a oscuras explican que la anterior compañía de luz, nunca les había cortado la luz", indica la nota.