REDACCION CENTRAL,
Este 3 de enero, el Papa Francisco aceptó la renuncia del Arzobispo de Minsk-Mogilev (Bielorrusia), Mons. Tadeusz Kondrusiewicz, y nombró como administrador apostólico de la sede vacante a Mons. Kazimierz Wielikosielec, Obispo Auxiliar de Pinsk.
En el mismo día que Mons. Kondrusiewicz cumplió 75 años, la edad de jubilación para los obispos en la que presentan su carta de renuncia al Papa, el Santo Padre decidió aceptar la petición.
Para la Navidad, el 24 de diciembre de 2020, el arzobispo bielorruso retornó a su país luego de estar más de 100 días exiliado en Polonia por defender a los que protestaban contra la reelección del presidente Aleksandr Lukashenko.
El exilio inició el 31 de agosto, luego de que la policía impidiera al Prelado volver a su país tras haber estado en Polonia para participar en una celebración litúrgica. Antes de su exilio, Mons. Kondrusiewicz se había pronunciado en defensa de los manifestantes que protestaban contra la reelección de Lukashenko, presidente de Bielorrusia desde 1994.
La crisis inició el 9 de agosto, luego de que Lukashenko resultó elegido presidente en unas elecciones presuntamente manipuladas. Su Gobierno inició una deriva autoritaria que busca restringir aún más las libertades ciudadanas para ahogar los grupos de protesta. Esta estrategia incluye una campaña contra las autoridades religiosas, sobre todo de la Iglesia Católica.
Desde el inicio de la crisis, la diplomacia vaticana realizó esfuerzos para permitir el regreso del Prelado, así como lograr que se respete el derecho a la libertad religiosa, entre otros derechos humanos, y favorecer el diálogo con la oposición. El 17 de diciembre, el Papa Francisco envió al Nuncio Apostólico para expresar su preocupación sobre estos temas a Lukashenko.