VATICANO,
El mundo está dividido en dos tipos de personas, "quien no da las gracias y quien las da". Así lo aseguró el Papa Francisco durante la Audiencia General de este miércoles 30 de diciembre, en la que reflexionó sobre la oración de acción de gracias.
Se trata de una nueva catequesis centrada en la oración cristiana, tema sobre el que el Pontífice reflexiona desde hace varias semanas.
Desde la biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre invitó a reflexionar sobre el episodio del Evangelio de San Lucas en el que Jesús cura a diez leprosos. El Señor, tras escuchar sus suplicas, les dice que se presenten donde los sacerdotes.
Los leprosos no se curan al instante, sino cuando están de camino para que los sacerdotes fueran testigos de la curación de los diez leprosos y sean readmitidos en la comunidad: en tiempos de Jesús a los leprosos se les consideraba impuros y se les marginaba de la sociedad.
"Los diez se fían, van enseguida, y mientras están yendo se curan, los diez. Los sacerdotes habrían por tanto podido constatar su sanación y devolverles a la vida normal", explicó Francisco.
Pero el Santo Padre donde se centró fue en lo que sucedió a continuación: "De ese grupo, solo uno, antes de ir donde los sacerdotes, vuelve atrás a dar las gracias a Jesús y alabar a Dios por la gracia recibida. Y Jesús nota que ese hombre era un samaritano, una especie de 'hereje' para los judíos de la época. Jesús comenta: '¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?'".