REDACCION CENTRAL,
Con el desempleo masivo aún en niveles altos a medida que avanza la pandemia de coronavirus, los católicos pueden mirar a San José Obrero como un intercesor especial porque también él padeció la falta de trabajo, recordaron dos sacerdotes.
Citando la fuga de la Sagrada Familia a Egipto, el escritor devocional y sacerdote de la Congregación de Clérigos Marianos, P. Donald Calloway, dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que San José es "muy empático" con quienes sufren el desempleo, ya que "él mismo en algún momento habría estado desempleado en la huida a Egipto".
"Tuvieron que empacar todo e irse a un país extranjero sin nada. Ellos no planearon eso", dijo el P. Calloway, autor del libro "Consagración a San José: Las maravillas de nuestro padre espiritual".
El presbítero estadounidense sugirió que San José "en algún momento seguramente estuvo bastante preocupado: ¿cómo va a encontrar trabajo en un país extranjero, sin saber el idioma, sin conocer a la gente?"
Unos 20.6 millones de estadounidenses solicitaron beneficios por desempleo a finales de noviembre, según recientes informes. Muchos otros trabajan desde casa bajo las restricciones del coronavirus, mientras que innumerables trabajadores se enfrentan a lugares de trabajo donde pueden estar en riesgo de contraer la enfermedad.
El P. Sinclair Oubre, un defensor laboral, pensó también que la huida a Egipto fue un período de desempleo para San José, pero además un período que mostró un ejemplo de virtudes.