Dios me permitió vivir esto para dar testimonio, dice sacerdote que venció al COVID

El P. Scherer "pasó por un largo período de permanencia en cuidados intensivos, con ventilación mecánica". Además, estuvo "boca abajo tres veces, se sometió a hemodiálisis, y tuvo una traqueotomía. Fue un caso grave", agregó.

El sacerdote indicó que, durante el período en el que estuvo internado, la oración que muchas personas ofrecieron por su recuperación fue de gran ayuda y subrayó que "si volví a este mundo, es para servir a los fieles, para hacer el bien".

"La oración de los justos tiene poder. Con certeza, esa oración llegó al cielo y Nuestra Señora se la llevó a Jesús y me restauró la vida por un tiempo más para poder servir más a las personas", resaltó.

Además, agradeció a todo el personal del hospital por el cuidado que tuvieron con él y señaló que "si estoy vivo hoy es porque las personas aquí en Santa Casa donaron sus vidas para que yo pudiera tener más vida. Literalmente me donaron, me cuidaron más de lo que merecía".

El P. Scherer destacó "que hay que actuar mucho más con el corazón para cuidar a las personas que con la razón".

"Nadie en razón se va a acercar a una persona infectada, a una persona que puede transmitir la muerte. Hacemos esto con el corazón, con valentía, porque solo el corazón es capaz de cuidar y transformar la vida de los demás", dijo.

Debido a las complicaciones del COVID-19, el hermano del sacerdote, Marcos Scherer, falleció el 4 de diciembre.

"Lamentablemente mi hermano no lo logró, pero lo trataron muy bien" en Santa Casa de Santos, indicó. "Todo lo que podía haber sido hecho, fue hecho. Sentimos mucho su partida", expresó.

Por último, el P. Scherer afirmó que salió de esta experiencia "con un sentido de gratitud y también con el deber de pedir a las personas que se cuiden, que se cuiden a sí mismas y a los demás".

Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en ACI Digital.