Los obispos católicos de Corea del Sur reiteraron su llamado al gobierno del país a abolir constitucionalmente la pena de muerte y recordaron la posición de la Iglesia sobre la santidad y dignidad de la vida humana.
El subcomité para la abolición de la pena de muerte de la Conferencia de Obispos Católicos de Corea envió una carta de apelación al Tribunal Constitucional del país para pedir por el respeto a la vida.
El jefe del comité nacional de corrección y pastoral de la Arquidiócesis de Seúl, P. Hyundai-il, indicó a UCA News que el "llamado a abolir la pena de muerte tiene sus raíces en la postura firme y duradera de la Iglesia sobre la santidad y dignidad de toda vida".
"Toda vida en esta tierra es digna. La pena de muerte quita la vida humana en nombre de la ley y es directamente contraria a las enseñanzas de la Iglesia", agregó.
En base a la Declaración Universal de Derechos Humanos, el sacerdote indicó que la pena de muerte "debe ser abolida en todos los países del mundo ya que la ONU adoptó el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos para la Abolición".
"Todos los países que se han adherido a la Unión Europea han abolido la pena de muerte, y Corea también se encuentra en el punto de la abolición legal. Nuestra sociedad necesita hacer más esfuerzos para prevenir los delitos violentos, pero el castigo extremo no puede ser una alternativa", indicó.