REDACCION CENTRAL,
La médica psiquiatra, María José Mancino, presidenta y fundadora de Médicos por la Vida, denunció que de aprobarse el proyecto de ley que se está debatiendo hoy en la Cámara de Diputados de Argentina, los médicos se convertirían en proveedores de aborto, limitando fuertemente su derecho a la objeción de conciencia.
"El proyecto limita muy fuerte la objeción de conciencia de los profesionales, se desnaturaliza esta garantía constitucional que tiene cualquier persona y no solo su objeción de conciencia, sino su objeción de ciencia. El médico pasa a ser proveedor de aborto y prácticamente está obligado a informarle y a promover el aborto en una paciente que generalmente puede venir no requiriendo esta práctica, que no tiene nada de médica", aseguró Mancino en una entrevista concedida a ACI Prensa.
"Quiero dejar en claro que este proyecto de ley es una ley de fomento de aborto que considera un supraderecho, inclusive con penas para lograrlo. En este caso directamente para el personal de salud, para los profesionales de la salud, que si no realizan el aborto con rapidez, incurren en un delito que los llevaría a prisión", añadió la especialista.
Por tanto, agregó, "se estaría obligando a los médicos a garantizar, proveer y promover el aborto con una rapidez inusitada que no lo vemos en otras prácticas médicas".
Según el artículo 15 del proyecto de legalización del aborto, "será reprimido o reprimida con prisión de TRES meses a UN año e inhabilitación especial por el doble del tiempo de la condena, el funcionario público o la funcionaria pública o la autoridad del establecimiento de salud, profesional, efector o personal de salud que dilatare injustificadamente, obstaculizare o se negare, en contravención de la normativa vigente, a practicar un aborto en los casos legalmente autorizados".
El artículo 10 del mismo proyecto, precisa que "el profesional de salud que deba intervenir de manera directa en la interrupción del embarazo tiene derecho a ejercer la objeción de conciencia", pero deberá "derivar de buena fe a la paciente para que sea atendida por otro u otra profesional en forma temporánea y oportuna, sin dilaciones", y "adoptar todas las medidas necesarias para garantizar el acceso a la práctica".